El principal partido probritánico de Irlanda del Norte aceptó este martes terminar un boicot que tuvo a la región dos años sin gobierno y que puso en jaque el histórico acuerdo de paz firmado hace un cuarto de siglo entre los partidarios y los detractores de pertenecer al Reino Unido.
Luego de una maratónica reunión de toda una noche, el líder de partido Unionista Democrático (DUP), Jeffrey Donaldson, dijo que la cúpula del DUP aprobó volver a formar parte del Gobierno regional, que debe compartir con el sector antibritánico.
Agregó que un acuerdo alcanzado con el Gobierno británico «provee la base para que nuestro partido nomine a miembros para el Ejecutivo de Irlanda del Norte, viendo así la restauración de las instituciones electas localmente».
El avance se produjo después de que la semana pasada el gobierno del Reino Unido diera a los políticos de Irlanda del Norte hasta el 8 de febrero para restablecer la Asamblea y el Ejecutivo de Irlanda del Norte o afrontar nuevas elecciones.
El Gobierno británico dijo que el anuncio del DUP era un «importante paso adelante».
«Están dadas todas las condiciones para que la Asamblea regrese», dijo el ministro de Irlanda del Norte del Gobierno británico, Chris Heaton-Harris.
«Los partidos con derecho a formar un Ejecutivo se reúnen hoy en Belfast para discutir estos asuntos y espero poder cerrar este acuerdo con los partidos políticos lo antes posible», señaló.
Disputas
El DUP se retiró del Gobierno norirlandés en febrero de 2022 en una disputa sobre las reglas comerciales posteriores al Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Desde entonces, se ha negado a volver al Gobierno con el partido nacionalista irlandés y antibritánico Sinn Féin.
Según las reglas establecidas por el Acuerdo de Paz de Viernes Santo, que se firmó en 1998 y que puso fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte, el Gobierno local debe incluir tanto a los probritánicos, o unionistas, como a los nacionalistas antibritánicos, o republicanos.
El bloqueo del DUP dejó a los 1,9 millones de habitantes de Irlanda del Norte sin un Gobierno para tomar decisiones clave en un contexto de descontento general por altos niveles de inflación, además de afectar el funcionamiento de los servicios públicos, sobre todo la salud.
En medio de la creciente frustración, maestros, enfermeras y otros trabajadores del sector público realizaron una huelga de 24 horas este mes en exigencia de la restauración del Gobierno local y de un aumento salarial.
El Gobierno británico acordó dar a Irlanda del Norte más de 3.000 millones de libras (unos 3.800 millones de dólares) para sus servicios públicos, pero sólo si el Ejecutivo de Belfast vuelve a funcionar.
El estancamiento político en Irlanda del Norte se originó en la decisión del Reino Unido de abandonar la UE y su bloque comercial libre de fronteras después de décadas de membresía.
El DUP renunció al Gobierno norirlandés en rechazo a nuevas reglas aplicadas después de que el Reino Unido abandonara la UE en 2020, que imponían controles aduaneros y otros obstáculos a los bienes que se trasladaban a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido.
Los controles se impusieron para cumplir con el apartado clave del Acuerdo de Viernes Santo que estipula que la frontera entre Irlanda del Norte y su vecino la República de Irlanda, que es miembro de la UE, debe permanecer completamente abierta a las personas y mercaderías.
El DUP, sin embargo, dice que la nueva frontera aduanera para los productos que llegan por mar desde Gran Bretaña u otras islas británicas socava el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido que garantizó el Acuerdo de Paz de Viernes Santo.
En febrero de 2023, el Reino Unido y la UE alcanzaron un acuerdo para facilitar los controles aduaneros y otros obstáculos para las mercancías que se trasladan a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido.
Pero no fue suficiente para el DUP, que continuó con su boicot gubernamental.
Donaldson dijo que las medidas adicionales acordadas por el Gobierno británico «eliminarán los controles para las mercancías que se mueven dentro del Reino Unido y permanecen en Irlanda del Norte», informó la cadena BBC.
La decisión del DUP enfrenta la oposición de algunos unionistas de línea dura, que defienden ferozmente el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido y dicen que incluso los controles leves posteriores al Brexit crean una barrera comercial interna de facto.
Decenas de manifestantes se reunieron anoche frente al lugar de reunión del DUP en las afueras de Belfast, con carteles que decían: «Detengan la traición del DUP».
La disputa se complicó por un cambio en el panorama político de Irlanda del Norte.
Los unionistas fueron mayoría en la Asamblea de Irlanda del Norte desde su creación en 1998 hasta 2022, cuando el Sinn Féin obtuvo la mayor cantidad de escaños en una elección.
Eso le da al partido nacionalista, que busca sacar a Irlanda del Norte del Reino Unido y unirla con la República de Irlanda, el derecho a ocupar el cargo de ministro principal de la región.
Al DUP le correspondería el cargo de vice ministro principal, un trago amargo para algunos unionistas.
La presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, dijo que era optimista de que el Gobierno de Belfast podría restaurarse antes de la fecha límite del 8 de febrero.
«Es vital que haya estabilidad política para abordar la magnitud de la crisis en todos nuestros servicios públicos», dijo.
“Centraremos ahora nuestras mentes en el trabajo que tenemos entre manos y en las soluciones necesarias para apoyar a los trabajadores y las familias que quieren y merecen un gobierno que funcione”, agregó.
Más historias
Se reanudaron en Egipto las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamas
los conservadores mantienen el control del parlamento
En Suiza votan sobre un aumento de la edad de retiro y un aguinaldo para jubilados