Este lunes el radicalismo le puso un freno al presidente Javier Milei y presentó una carta dirigida al titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, para exigirle que «con urgencia y sin más demoras», cumpla con lo establecido por el artículo 3 de la Ley 26.122 y «designe a los integrantes de la Cámara en la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, el único paso pendiente para que la misma pueda funcionar». El objetivo es presionar para poder tratar allí el DNU 70/2023 que, con su vigencia –aunque parcial por los distintos fallos judiciales– ya está generando estragos en la ciudadanía y, sobre todo, en las clases medias con la desregulación de alquileres y aumentos en las prepagas, entre otras cuestiones.
Esta es la forma que la UCR encontró para mostrar su enojo y marcar límites al gobierno sin quedar emparentados con UxP que, desde el Senado, están reclamanado de manera insistente una sesión especial a Victoria Villarruel para poder rechazar allí el DNU. El pedido de la conformación de la bicameral –en lugar de ir directamente al recinto– le da un poco más de tiempo al gobierno, aunque habrá que ver qué respuesta oficial dan desde la oficina de Menem el miércoles, cuando empiece la semana hábil. Son muchos los que leen que con este pedido de la UCR, que se suma al pedido de UxP, el oficialismo queda «contra las cuerdas», y deberá sí o sí conformar la comisión.
El gobierno de Milei sigue sumando enemistades y, por más que busque una alianza oficial en el Congreso para unir sus bloques al Pro, son cada vez más los sectores que no están de acuerdo con su accionar y sus métodos. El primer golpe fue el rechazo de la Ley Ómnibus en Diputados y el segundo puede llegar a ser el rechazo del DNU que el mandatario firmó el 20 de diciembre del año pasado y que desregula distintos aspectos de la economía. El pedido de este lunes de la UCR indicaría que todo va hacia ese camino. El Senado había presentado la nómina de los legisladores que conformarán la comisión, pero no hicieron lo mismo desde Diputados. Por eso el pedido.
Contra la clase media
Por más que varios aspectos del decreto están frenados por el Poder Judicial, hay otros que no y que siguen vigentes como la eliminación de la Ley de Alquileres que provocó actualizaciones trimestrales, mensuales y hasta pago en dólares y que perjudica, centralmente, a los porteños. El DNU también habilita el aumento incesante de las cuotas de las prepagas y la transformación de empresas estatales en sociedades anónimas para privatizarlas, como es el caso del Banco Nación, entre otras. Esos son todos aspectos que perjudican y molestan a gran parte del electorado de la UCR que, en su mayoría, son de clase media. El partido también representa sectores agropecuarios que están presionando para que no se privatice el Banco Nación, que es la fuente de financiamiento más grande que tienen los productores medios rurales.
Si bien desde UxP la estrategia era buscar el rechazo por el Senado, el radicalismo decidió avanzar con el reclamo por Diputados. «En el Senado el radicalismo está más expuesto porque tiene un número decisivo. Si ellos piden que se convoque una sesión especial para tratarlo, el solo gesto sería muy importante porque significaría que la suerte del DNU está echada«, opinaba un legislador de UxP antes de que se conozca el comunicado.
El riesgo que corría la UCR si pedía por la sesión especial en el Senado era quedar vinculados al pedido del kirchnerismo entonces, la decisión que tomaron fue ir por un carril distinto y pedir a Menem que conforme la comisión bicameral. En unas líneas también criticaron al gobierno anterior. «Si el gobierno anterior se aprovechó de su mayoría para bloquear el funcionamiento de la Comisión durante dos años, asistimos hoy a una nueva degradación institucional en la que este gobierno ni siquiera la constituye«, expresaron.
«La decisión de no designar a los representantes de la Cámara de Diputados constituye una omisión inconstitucional que atenta contra la división de poderes y el régimen republicano de gobierno», agregaron en el escrito y cuestionaron que «al habilitar que el Poder Ejecutivo ejerza, en ciertas circunstancias excepcionales, funciones legislativas, la Constitución dispone que dichas actividades sean controladas de modo ‘inmediato’ por una comisión parlamentaria permanente». «Es crucial este control parlamentario porque su ausencia pone en cuestión, incluso, la propia validez de los decretos del Presidente», puntualizaron.
Para la UCR la falta de conformación de la Comisión es, además, «inadmisible en lo político». «El ejercicio de estas facultades mientras la Comisión no se constituya implicaría otorgarle al Presidente un amplio poder sin control«, denunciaron. Por último, agregaron que de persistir en su actitud dilatoria actuarán «con todas las herramientas legales a nuestra disposición para cumplir con el mandato de la Constitución».
El documento fue firmado por el presidente del partido y senador, Martin Lousteau, por Rodrigo De Loredo, Presidente del Bloque de Diputados Nacionales, Karina Banfi, Vicepresidenta del Bloque de Diputados, por Eduardo Alejandro Vischi, Presidente del Bloque de Senadores y por Luis Naidenoff, Vicepresidente 2do del Comité Nacional UCR, entre otros.
Más presión en el Senado
En el Senado UxP tiene 33 legisladores y necesita solo cuatro más para tener quórum. El interbloque que lidera Mayans había pedido a Villarruel una sesión especial para el primero de febrero, que no fue convocada, y la semana pasada volvió a pedir otra para el próximo jueves 15 de febrero. La vicepresidenta hace caso omiso a los pedidos y desde su entorno repetían que ella «no está negando la sesión», sino que está «evaluando cuándo la va a llamar».
El escenario en el Senado puede llegar a cambiar en dos ocasiones: cuando terminen las sesiones extraordinarias, porque en ordinarias se le complicaría más a Villarruel no pedir una sesión especial si en una reunión de labor parlamentaria se ponen de acuerdo los presidentes de bloque y lo exigen, o si, en extraordinarias, se suman otros bloques al pedido de sesión especial. Después de los destratos de Milei a los radicales y a los gobernadores esa idea comenzó a ser más posible y este lunes hubo un desenlace con el pedido de la UCR, pero en Diputados. En el Senado, la UCR tiene un rol clave porque a ese espacio responden 13 legisladores que pueden ser definitorios a la hora del rechazo.
El presidente del radicalismo Martín Lousteau necesitaba salir a marcar una postura política en contra del gobierno porque, hasta ahora, ese puesto se lo había quedado Facundo Manes durante el debate de la ley Ómnibus en Diputados. Son varios los referentes históricos del partido, como también de la juventud, que vienen reclamando este rol por parte de la UCR. La decisión del pro y de Macri, de sumarse a una alianza electoral –y ahora política– con Milei puso en una posición incómoda al radicalismo que se ve casi obligado a marcar una diferencia para no quedar también como aliados de LLA. Ayer fue la primera demostración de eso.
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