La Libertad Avanza se volvió con un sabor amargo el jueves cuando conformó, finalmente, la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. Si bien logró designar al riojano Juan Carlos Pagotto -abogado libertario impugnado por haber oficiado de defensor de acusados por delitos de lesa humanidad- como presidente de la Bicameral que tratará el mega DNU de Javier Milei, eso fue todo. No logró conformar ni el resto de las autoridades ni terminar de definir un esquema de trabajo, ya que la oposición le hizo saber que las negras también juegan. «Para tener mayoría el gobierno tiene que tener voluntad de sumarlas. Es lo que pasa cuando no hay acuerdos políticos», deslizaban desde la oposición amigable, cuyos votos definirán la aprobación (o rechazo) del mega DNU.
El salón de las Provincias del Senado, una de las salas más amplias de la Cámara alta, estaba repleto. Diputados y senadores se arremolinaban en varias sillas que daban de frente a una larga mesa rectangular que aglutinaba a los 16 flamantes integrantes de la Bicameral. Había tres de LLA -Pagotto, Lisandro Almirón y Oscar Zago-, dos del PRO -Hernán Lombardi y Luis Juez-, dos del radicalismo -Francisco Monti y Víctor Zimmermann-, seis de Unión por la Patria -Carolina Gaillard, Vanesa Siley, Ramiro Gutiérrez, Anabel Fernández Sagasti, Mariano Recalde y María Teresa González-, el salteño Juan Carlos Romero, el correntino «Camau» Espínola y Nicolás Massot. El objetivo de la reunión era oficializar las autoridades y definir un esquema de trabajo para el tratamiento del DNU, pero el debate no tardó en derivar en un griterío de impugnaciones y acusaciones cruzadas.
La primera en tomar la palabra fue Carolina Gaillard, quien se paró delante del secretario parlamentario -que entonces dirigía la comisión- hasta que le permitió hablar. «Acá se ha violado la Constitución por no haber constituido esta comisión en tiempo y forma y se está vulnerando la voluntad popular de los que eligieron a nuestros representantes de este Congreso el 22 de octubre porque a nuestro bloque le han robado un senador y un diputado», denunció la diputada de UxP. El reclamo del peronismo era doble. Por un lado, la existencia de «una maniobra dilatoria» por parte de LLA, que había tardado 70 días en conformar una comisión que la Constitución establece que tiene que hacerse en 10 días. Y por el otro, la composición «irregular» de la comisión a partir de un acuerdo político con todos los bloques de la oposición menos el peronismo.
«Lo plancharon porque era parte de una estrategia de dilación, esperaban que la Ley Ómnibus se aprobara y pudiera haber un blindaje político a ese DNU», sumó Germán Martínez. El clima en la sala iba caldeándose y caldeándose, hasta que en un momento la silla sobre la que estaba Romero se rompió y el senador salteño (aliado del oficialismo) se cayó de un golpe al piso. Se levantaron rápido Martínez y José Mayans -los presidentes de UxP en Diputados y el Senado- a ayudarlo entre risas y eso ayudó a alivianar la tensión.
LLA necesitaba confirmar sus autoridades, oficializar el cronograma de trabajo y levantar la comisión hasta el próximo jueves. La designación de Pagotto como presidente de la comisión era la más objetada, debido a las impugnaciones que había recibido de parte de organismos de derechos humanos (llevando, incluso, a que el secretario tuviera que leer un reclamo de H.I.J.O.S a viva voz -ver aparte-), pero terminó siendo aprobada gracias al acompañamiento de toda la oposición excepto UxP. Pero el problema se generó cuando Massot, diputado que integra Hacemos Coalición Federal, el bloque de Pichetto, deslizó que correspondía respetar las representaciones parlamentarias: no lo dijo con nombre y apellido, pero sugirió que a UxP le correspondía un lugar entres las autoridades.
«Acá no hay fuerzas del cielo, hay fuerzas de la mayoría. Y las mayorías se construyen, no se imponen», advirtió Massot, quien había sido uno de los diputados más insultados por Milei post derrumbe de la Ley Ómnibus. Después de eso comenzaron las conversaciones informales: mientras UxP y la izquierda hacían discursos contra el oficialismo, Massot discutía con Zago (LLA), Lombardi (PRO) y Zimmermann (UCR) a un costado. El radicalismo y Massot proponían a UxP para la vicepresidencia, en un momento incluso Zimmermann tomó la palabra y le ofreció a UxP la secretaría que le habían dado a él. Fernández Sagasti le agradeció y aclaró que no querían «cargos».
«No salgo de mi asombro», se quejó Francisco Poltroni, el senador formoseño que iba a ser originalmente el presidente provisional del Senado y Victoria Villarruel terminó reemplazando a último momento por Bartolomé Abdala, y aprovechó para disparar contra su gran enemigo: su coterráneo Mayans. Mientras tanto, las conversaciones informales continuaban pero no se lograba llegar a un acuerdo.
Finalmente, se votó la designación de Pagotto y se levantó la comisión sin terminar de designar a las otras autoridades ni definir un cronograma de trabajo. «Tendrían que haber llegado hoy con un acuerdo político, pero si nadie nos convoca haremos todo a la luz del día«, ironizaban en la oposición, desde donde preveen que la desprolijidad e impericia que caracterizó al debate de la Ley Ómnibus se volverá a repetir con el tratamiento del DNU.
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