El diputado nacional de Unión por la Patria (UxP), Máximo Kirchner, se pronunció luego del discurso de Javier Milei en el Congreso, en el que invitó -en una especie de extorsión- a los gobernadores a un «pacto refundacional». El Presidente «está buscando tiempo», reflexionó el líder de La Cámpora, en el plenario de la organización en la Ciudad de Buenos Aires.
«A diferencia de (Mauricio) Macri, Milei lee mejor, tiene objetivos de corto y mediano plazo, es un poquito más ordenado, entiende o pareciera entender un poco más algunos términos económicos que el expresidente, fue a buscar tiempo al Congreso y se llevó tiempo, eso es real», sostuvo Kirchner.
El diputado nacional fue el encargado de cerrar la reunión de parte de la militancia kirchnerista, ocasión en la que ironizó sobre otro aspecto del discurso libertario: «Fue tan irracional que había adentro del Congreso tres tribunas cantando ‘la casta tiene miedo’, mientras los cuidaban cinco mil policías». » ¿Entonces quién tiene miedo?, repitió.
Para Máximo, la invitación presidencial a los distintos sectores políticos para firmar el Pacto de Mayo en Córdoba, «le sirvió a ganar tiempo». «La pelota cayó en el área, y Milei la bartoléo y la mandó para el 25 de mayo«, señaló.
El legislador nacional también apuntó directamente contra el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo: “Tiene una oportunidad más, después del desastre que hizo. Dicho aparte por el propio Milei, quien lo acusó de despilfarrar 15 mil millones de dólares”.
Además, se refirió al análisis económico que dio el Presidente, quien mantuvo una fuerte crítica a la supuesta herencia que le dejó el pasado gobierno. “Uno escuchaba al presidente decir: ‘un tercio de los trabajadores formales están debajo de la línea de la pobreza’. Pues bien, es cierto y esto es un fenómeno que se profundizó con la devaluación que él mismo promovió en diciembre, llevando eso a un número mucho más alto de lo que ya nosotros veníamos advirtiendo que existía”, afirmó Kirchner.
Asimismo, el hijo de la expresidenta acusó al Gobierno de buscar que “los trabajadores dentro del mundo formal se enfrenten con los informales” y dijo que “promueven al pueblo peleándose entre sí”.
Por último, el exjefe del bloque de Diputados del kirchnerismo criticó el concepto de “organización criminal” , que utilizó Milei para referirse al Estado. “Es llamativo que se refiere al Estado como una organización criminal porque cobra impuestos, distribuye, construye viviendas, hospitales, los destina al morfi de los comedores. Entonces llegamos a la conclusión que el Estado para el Presidente es una organización criminal cuando cumple un rol de función social, pero no cuando desaparece gente”, destacó.
Luego, agregó: “Para el Presidente, cuando el Estado desaparece argentinos y argentinas no es una organización criminal, para el Presidente cuando el Estado se apropia de bebés no es una organización criminal, para el Presidente el Estado cuando tortura al que piensa diferente o lo encierra, no es una organización criminal. Entonces, tenemos puntos de vista muy antagónicos. Y lo que deberían preguntarse quienes creen que realmente el Estado es una organización criminal es para qué le están pagando impuestos a una organización criminal”.
En ese sentido, analizó: “Yo no creo que el Estado sea una organización criminal. ¿Yo creo que el Estado debe ser más eficiente? Claro. ¿Cómo los que estamos acá no vamos a entender que el Estado debe ser más eficiente si una de las características aparte muchas veces y capitalidad del Estado es la militancia para poder organizar los barrios para así facilitar las políticas públicas o la llegada de políticas públicas?”, afirmó.
Finalmente, remarcó las críticas de Milei a la gestión de Alberto Fernández, pero puntualizó en el señalamiento a Cristina Kirchner, ya que considera que el libertario apuesta a destruir lo que la exvicepresidenta construyó.
«El actual Presidente opera como coartada, y habla del gobierno de Alberto. Pero no lo nombra, la nombra a Cristina, porque el elemento a destruir no es Alberto, el elemento a destruir es otro«, evaluó.
Y concluyó: «Desde lo político, desde las capacidades, qué mejor que cargarle a una persona, que tuvo las presidencias que tuvo, que tiene la capacidad de escribir un documento de 33 hojas, de llamar a la discusión y al debate, sin agredirlo aparte».
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