septiembre 16, 2024

Ley Bases: Lucila Crexell y un último tango antes de París | Ya casi no hay dudas que la senadora negoció su voto a favor a cambio de ser embajadora ante la Unesco



Las negociaciones entre el Congreso y la Casa Rosada están al rojo vivo en la previa de la sesión del Senado en la que se tratará la versión reducida de la «Ley Bases» y el paquete fiscal y cada voto cuenta. Entre los senadores que esta(ba)n en duda sobre cuál será el destino de su voto aparecía la neuquina Lucila Crexell, quien fuera una de las legisladoras que rechazó el DNU desregulador que lleva la firma de Javier Milei. Pero en las últimas semanas su apellido quedó en el ojo de la tormenta luego de que trascendiera -por varios medios y en algunas «operaciones»- que daría su voto positivo a cambio de ser nombrada embajadora argentina ante la UNESCO. A horas de la sesión, se filtró una nota interna de Cancillería que sería el borrador del pliego para votar su designación. 

La negociación de Crexell habría sido mano a mano con la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. La senadora neuquina llegó al Congreso como parte del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y consiguió su segundo mandato en la Cámara alta de la mano de Juntos por el Cambio; por lo que su futuro no tiene buenas perspectivas para renovar su banca en 2025. Con esa motivación, el acuerdo para ir como diplomática a París podría tratarse de una jugada personal. Tampoco le vendría mal la remuneración por el cargo en París: se calcula que, por mes, un embajador ante la UNESCO recibe entre 12 y 15 mil dólares por mes.

Este intercambio de favores fue filtrado la semana pasado por el periodista Carlos Pagni y generó una rápida reacción del gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, que mantiene diálogo con la senadora para presionar más concesiones del gobierno hacia la provincia; pero no se trata de una relación de acuerdo político entre ambos, ya que Crexell tampoco pertenece al espacio creado por Figueroa, otro ex MPN. 

Al enterarse de la negociación, Figueroa mantuvo una conversación con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y según se filtró en los medios, acordaron posponer la designación de Crexell. Esto, como indicó Página 12, generó enojo en la senadora y dejó aún más en duda su voto a favor de las dos iniciativas impulsadas por la Casa Rosada. 

La aparición del pliego con el que el Gobierno nominaría a Crexell para ocupar la silla en la Unesco, a horas de la negociación, confirmó todos los entretelones. En principio se difundió que se trataba del proyecto ya ingresado a la Cámara alta. Sí, el Senado debería aprobar la designación de la legisladora neuquina, lo que implicaría cerrar un acuerdo a favor de las leyes del gobierno. Sin embargo, se aclaró luego que se trataría solo de una nota interna de la Cancillería.  

Por haber llegado a su segunda mandato como senadora como parte de Juntos por el Cambio, si Crexell parte rumbo a París abriría un lugar más en el Senado para el radicalismo; ya que el actual diputado nacional Pablo Cervi sería su reemplazo; en caso de no asumir la segunda en la línea de reemplazo sería la también radical Ayelén Fernández. 





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