octubre 4, 2024

Felipe VI inauguró las sesiones legislativas y pidió el fin de las divisiones en España


Foto AFP
Foto: AFP

El Rey Felipe VI de España inauguró este miércoles el periodo de sesiones legislativas con un llamado a la unidad, en medio de creciente polarización política agravada por la reciente reelección del presidente del Gobierno en alianza con independentistas catalanes.

El rey felicitó tanto al líder socialista Pedro Sánchez por su reelección como a sus ministros en el arranque de su discurso en el Congreso, del que se ausentaron los representantes de los partidos independentistas catalanes que apoyan al Gobierno.

«La obligación de todas las instituciones es legar a los españoles más jóvenes una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos», dijo el Felipe VI, que estuvo acompañado por la reina Letizia y su hija mayor y heredera al trono la infanta Leonor.

«Desde hace siglos España ha sido una realidad compartida y edificada por mujeres y hombres de diversa procedencia social o geográfica con ideologías distintas» pero con la idea compartida de «un mejor país para todos», agregó.

Felipe VI dijo que la convivencia debe darse en el «marco democrático» de la Constitución que se dio España en 1978 para su transición tras la dictadura de Francisco Franco (1936-1975), cuando se restablecieron la democracia y la monarquía parlamentaria.

Del discurso en el Congreso de los Diputados se ausentaron los representantes de los partidos independentistas catalanes ERC, Juntos por Cataluña (JxCat), vasco EH Bildu y gallego BNG, informó la agencia de noticias española Europa Press.

Sánchez, en el poder desde 2018, logró volver a ser investido presidente del Gobierno este mes con el apoyo de todos esos partidos más el de la coalición de izquierda Sumar, el partido vaso PNV y el canario Coalición Canaria.

A cambio del apoyo de JxCat, Sánchez y su líder, Carles Puigdemont, firmaron un acuerdo que contempla una amnistía para los catalanes condenados por un intento de secesión unilateral de 2017, que incluyó la celebración de un referendo independentista.

El acuerdo fue criticado por los partidos opositores de derecha Partido Popular (PP) y de extrema derecha Vox, que lo ven como un peligro para la integridad territorial de España y han movilizado a cientos de miles de sus seguidores en su contra.

Sánchez dice que el acuerdo busca cerrar heridas con Cataluña y promover la reconciliación nacional, y lo ha defendido como «perfectamente legal», además de rechazar cuestionamientos del PP a la legitimidad de su Gobierno.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, aprovechó su propio discurso de la Solemne Sesión de Apertura de la XV Legislatura para reivindicar la legitimidad del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar.

Hay quienes «distorsionan la realidad o cuestionan importantes valores democráticos desde la opacidad de la disputa», dijo, en alusión al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que dice que su partido debería ser Gobierno por haber sido el más votado en las elecciones.

Repercusiones

El PSOE de Sánchez fue segundo en los comicios del 23 de julio, pero el líder socialista sí logró las alianzas necesarias para controlar una mayoría del Congreso de los Diputados, mientras que Núñez Feijóo fracasó antes que él, y perdió una votación de investidura.

«La formación del nuevo Gobierno ha necesitado de tiempo, diálogo, negociación y toma de decisiones. La decisión de esta mayoría parlamentaria es legítima y emana de la voluntad de los ciudadanos ejercida el 23 de julio», dijo la socialista Armengol.

Desde su proclamación en 2014, esta fue la tercera vez que Felipe VI preside una Apertura Solemne de Legislatura, y en la que ha sido más visible la división del Congreso, con la mitad de los presentes negándose a aplaudir el discurso de Armengol.

Ante la «crispación, polarización y ruido», la tercera autoridad del Estado ha llamado a los miembros del Congreso y el Senado a actuar «desde la transparencia y el respeto», haciendo del debate «el medio adecuado para determinar el interés general».

Núñez Feijóo calificó de «lamentable» el discurso de la presidenta del Congreso y dijo que su partido no podía aplaudir esa «provocación».

«Es el peor discurso de un presidente del Congreso que yo he escuchado en mi vida», declaró Feijóo a periodistas, que calificó la intervención de «partidista».

Los diputados de Vox tampoco aplaudieron a Armengol.





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