La Justicia italiana denunció este martes que autoridades de un centro de acogida del sur del país trataban «como a los monos» a inmigrantes a los que se les suministraba ansiolíticos para que no causaran problemas.
«Quien daba problemas era tratado como los monos», denunció el fiscal de Potenza, Francesco Curcio, en una conferencia de prensa en la que dio a conocer los maltratos en el Centro de Permanencia para la Repatriación del municipio de Palazzo San Gervasio, en la ciudad de Potenza -región de Basilicata-, 370 kilómetros al sur de Roma.
Durante las pesquisas de los últimos cinco años, los investigadores constataron la «administración masiva de un medicamento, el Rivotril, comúnmente conocido como ‘la droga de los pobres'» sin que fuera necesario, agregó Curcio.
La política de maltratos, que según el fiscal «pone en juego la credibilidad del Estado», se dio en la estructura del Centro de Permanencia para la Repatriación del municipio de Palacio San Gervasio, en la que se alojaba a inmigrantes que luego serían devueltos a sus países de origen.
La denuncia, que se da en medio de las tensiones por la gestión de migrantes en Italia y otros países de Europa, involucra al menos a 35 casos y derivó en la detención de un inspector de policía que trabajaba en el lugar.
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